23 agosto 2009

Pañales, cuando y como dejarlos


El pañal da a los nenes seguridad, los mantiene protegidos, contenidos.
Hacer pis y caca en el pañal es algo que viven como placentero (aunque a nosotros pueda darnos asco), lo que él produce se queda cerca de el y es agradable.

Entonces, de repente, llegan los papás y le dicen que hay que empezar a hacer en la pelela, lo cual implica para el nene renunciar al placer que le generaba hacerse en el pañal. ¿Y por qué renunciar a ese placer? Lo hacen para sentirse amados y aceptados por sus papás y sus familiares, lo que implica cumplir con sus expectativas y así, ir apropiándose de las costumbres de su familia y su comunidad.
¿Cuando están listos para controlar esfínteres?

El nene tiene que estar preparado física y emocionalmente para poder hacerlo y esto se logra a partir de los dos años. Entre los dos y los tres años se lleva a cabo el proceso de aprendizaje aunque a algunos nenes puede llevarles un poco más de tiempo.
Las escapadas eventuales de noche o de día son normales hasta los seis años. Puede suceder que al principio se olviden de avisar, sobre todo si están entretenidos con algo.
Es común que una vez que adquirieron el control aparezcan regresiones, por ejemplo cuando nace un hermanito, frente a una mudanza o frente a problemas familiares puede pasar que se vuelva a hacer pis.
Las idas y vueltas son normales y esperables, ya que el control de esfínteres es un proceso cultural que lleva tiempo, no es de un día para el otro y exige mucha paciencia y tolerancia por parte de los papás.
Los chicos suelen controlar primero el pis y luego la caca y primero de día y luego de noche.

Etapas por las que atraviesan:

1° hacerse pis y caca sin mostrar interés por el control
2° avisar que se hizo cuando ya está sucio
3° avisar mientras está haciendo
4° Tener ganas, avisar y llegar a tiempo al baño sin que se le escape. Lo cual implica poder esperar. (Aprender a retener y expulsar teniendo registro y control de ello).
¿Como ayudarlos?

Invitarlos a conocer los objetos que comenzará a usar: pañal que se baja, pelela, adaptador de inodoro, inodoro.

Sugerirles que avisen cuando tengan ganas y acompañarlos al baño para ver si sale y si no sale decirle que no se preocupe que ya lo va a lograr.

Tratar de no apurarlos ni poner expectativas demasiado altas sobre ellos, tener en cuenta sus tiempos y necesidades. Si le sacamos el pañal demasiado pronto, el nene hace grandes esfuerzos por aprender a controlar y entonces suelen aparecer regresiones: el pis se escapa, pueden aparecer constipaciones, miedos a ir al baño, etc.

En general los chicos acompañan este proceso por medio del juego con arena, barro, masa, agua, etc. y haciendo trasvasados con recipientes. También pueden querer explorar la caca, tocarla embadurnarse con ella o comerla.
Lo importante es ir interpretando las señales que nos dan los chicos para orientar nuestras acciones y poder acompañarlos.
Tiene que aparecer en los nenes el deseo de probar solos y poder expresarlo. Si dice pis o caca no quiere decir necesariamente que ya controla. Al principio dicen estas palabras porque las empiezan a reconocer, luego pueden decirlas porque se hicieron y finalmente porque quieren hacer.
Un buen indicador para sacar el pañal de noche es cuando la cama o el pañal ya no aparece mojada.

¿Cuándo consultar?

Si observamos en los chicos que aparece mucho miedo, angustia, constipaciones, dolores de panza, que aguanta varios dias hasta que se hace encima o tiene dificultades para controlar el pis o la caca luego del período esperable para hacerlo, es conveniente consultar con su pediatra.
FUENTE : M. Paula Gerardi
Lic. en Psicología UBA.
Psicóloga de niños y adolescentes.

20 agosto 2009

VUELTA A CLASES



Las siguientes recomendaciones están dirigidas a autoridades de instituciones educativas, docentes y padres a fin de evitar la transmisión de gripe A en las escuelas:


Extremar las medidas de higiene de los establecimientos, limpiando con agua y lavandina (en una proporción de 5 centímetros cúbicos de lavandina por cada medio litro de agua) principalmente baños y superficies de contacto (manijas de puertas, grifos de baños, mesadas, bancos, entre otros), al menos diariamente y en lo posible antes de los cambios de turno. Los pisos deben ser baldeados con agua y detergente (en una proporción de 10 centímetros cúbicos de detergente por cada 10 litros de agua).



Mantener las aulas bien aireadas y limpias.



Proveer jabón en los baños, y alcohol en gel si no hay agua y jabón disponibles.



Promover en los alumnos el lavado frecuente de manos: al llegar a la escuela, al volver del recreo, antes de consumir sus alimentos, después de ir al baño y al salir de la escuela, así como también que tosan o estornuden cubriéndose la boca y la nariz con pañuelos descartables (y luego los desechen), o en su defecto con el pliegue del codo. Además, es importante promover en los chicos que utilicen toallas individuales o de papel desechable para secarse las manos, que eviten tocarse los ojos, la nariz y la boca y que no compartan alimentos, bebidas, vasos, platos ni cubiertos.



Preguntar a los alumnos a la entrada si han tenido fiebre o padecen de dolores de cabeza, garganta, musculares, tos, mocos, para poder separar a los que pueden estar enfermos antes de que entren en contacto con sus pares. Ante alumnos con síntomas de gripe al llegar a la escuela, o que se enfermen durante la jornada escolar, se debe notificar a los padres para enviarlos a su casa lo antes posible.



Los chicos que presenten fiebre mayor a 38 grados y tos, dolores de cabeza, decaimiento, escalofríos, dolor de garganta, resfrío o cualquier otro síntoma de gripe no deben concurrir a la escuela ni a lugares públicos cerrados, por lo menos durante 7 días, aún si los síntomas desaparecen antes de tiempo.



Ante cualquier síntoma de gripe, los padres deben llevar al niño a un centro de salud y luego mantenerlo en la casa durante una semana.




FUENTE : Ministerio de Salud de la Nación