01 agosto 2007

Terrores nocturnos

Se llama terror nocturno al despertar brusco con un grito o un llanto penetrante y manifestaciones de tener miedo intenso como palidez, sudoración excesiva, respiración rápida y temblores.

No recuerda nada

El niño se encuentra agitado e inquieto y no puede ser consolado; puede estar sentado o correr de lado a lado y hablar con un lenguaje ininteligible o estar gritando; parece no darse cuenta de que los padres están presentes, aunque sus ojos están totalmente abiertos y tienen una mirada fija. Los episodios pueden durar entre 10 y 30 minutos y el niño no recuerda lo que le pasó a la mañana siguiente (amnesia).

Al comienzo de la noche

Este tipo de manifestaciones ocurren durante la primera fase del sueño, llamado de ondas lentas, por lo que los terrores nocturnos se presentan de 2 a 3 horas después de que el niño se acostó. Frecuentemente, se manifiesta en los niños antes de la pubertad, más a menudo entre los 3 y los 8 años de edad, aunque puede ser más tarde.

Buena evolución

Por lo general, evolucionan de forma favorable y se resuelven en la adolescencia de manera espontánea. En algunos episodios se han identificado factores favorecedores como la privación del sueño, la fiebre y el efecto de algunos medicamentos psicotrópicos. Más o menos se presenta en un 3% de los niños y en menos de 1% en los adultos. Son más comunes en los niños que en las niñas y es frecuente que lo presenten varios miembros de la familia, por lo que se piensa que hay un componente hereditario.

¿Que hacer?

Una de las medidas que se deben tomar es ayudar al niño a que recupere el sueño normal, es decir, que pase de un sueño agitado a uno tranquilo; para esto, encienda las luces para que el niño esté menos confundido y háblele en forma calmada y repetitiva, asegurándole que todo está bien. Es posible que no logre despertar a su hijo durante el episodio y, de hecho, no hace falta que lo haga. Algunos niños mejoran al tomarlos de la mano. No hay manera de acortar bruscamente el episodio. Sacudir o gritarle al niño sólo hará que esté más agitado y prolongará el ataque. Al igual que con el niño sonámbulo, hay peligro de que puedan caer por las escaleras, chocar contra la pared o romper una ventana, por lo que hay que protegerlo de ese tipo de accidentes. Trate de llevarlo suavemente a la cama.

Si duerme fuera de la casa

Si el niño va a ser cuidado por otras personas o va ir a dormir a casa de algún familiar, explíqueles a las personas que lo atienden lo que es un terror nocturno y lo que deben hacer si los presenta para evitar que reaccionen en forma exagerada.

Fuente : www.pediatraldia.cl

Pie plano

Aunque ha sido por mucho tiempo uno de los motivos de consulta más frecuentes en la práctica ortopédica, es aún una entidad poco comprendida por los padres, sobre la cual existe gran cantidad de ideas erróneas y, aún en ocasiones, de conceptos contradictorios en los especialistas que lo manejan.

¿Qué es el pie plano?
No existe un consenso generalizado para delimitar con precisión en qué medida un pie determinado es normal o no. El pie plano es la ausencia o pobre definición del arco longitudinal, sobre el cual se realiza el apoyo.
El arco del pie es una estructura que se va haciendo evidente con el crecimiento y sobre cuya conformación influyen diversos factores que mencionaremos más adelante.

¿Que es el arco del pie?
Es la curva o concavidad que se observa en la parte interna de la planta, gracias a la cual, al estar de pie, el apoyo se realiza sobre la parte externa y está formado por el esqueleto del pie (huesos y articulaciones), teniendo los músculos poca o ninguna injerencia en su conformación
Todos los niños menores de dos o tres años no tienen este arco.
El arco longitudinal no está presente al nacimiento. Todos los recién nacidos presentan pie plano. La presencia de una almohadilla de grasa en la planta del pie y la gran flexibilidad de los ligamentos del niño hace que sea difícil observar el arco antes de los dos años y, por lo tanto hasta este momento, no es posible diagnosticar el pie plano flexible.
Con el crecimiento, al ir desvaneciéndose la almohadilla de grasa plantar, y al perderse algo de la flexibilidad normal en los ligamentos, el arco se va haciendo cada vez más evidente, aunque su desarrollo no es igual en todos los niños.

El pie plano flexible.
No existe una causa única a la cual adjudicarle el desarrollo del pie plano. En la mayor parte de los niños, no se observan alteraciones estructurales importantes, se encuentra un pie con movilidad adecuada y que no produce molestia alguna. Este es el llamado pie plano flexible y es considerado por muchos autores como una variante anatómica normal, aunque la controversia en este punto persiste.
Los ligamentos que unen los huesos del pie son, en estos niños, muy laxos y permiten que el arco, aunque esté presente en apariencia, se colapse y se observe disminuido o ausente al realizar el apoyo.


Diferenciar del pie plano rígido
Pero no todos son flexibles: el pie plano rígido o patológico.
Existe otra categoría de pie plano (las menos afortunadamente) que es la encontrada en aquellos pacientes que sí presentan alteraciones importantes en la conformación de sus pies los cuales son generalmente dolorosos y , por lo mismo, incapacitantes. Las causas en este caso son variadas, encontrándose entre las principales, alteraciones congénitas en la formación o posición de los huesos del pie, uniones anormales entre éstos o pérdida del arco debida a parálisis o debilidad de los músculos de la pierna.
Algunos autores llaman genéricamente a este segundo grupo pie plano patológico. Identificar y tratar los pacientes con pie plano patológico es uno de los principales objetivos de la consulta ortopédica
Será el pediatra quien diga si se va al ortopedista o no.
De todas formas, y antes de acudir al ortopeda, es conveniente que el pediatra examine al niño, ya que en los más pequeños este trastorno es difícil de detectar, porque los pies planos no provocan dolor ni retrasos a la hora de aprender a caminar. Es posible que se sientan más cansados cuando corren y andan mucho o que tengan más dificultades que otros al hacer ejercicio, pero nada más.
Muchas madres siguen creyendo que los pies planos sólo se corrigen con plantillas o unos zapatos ortopédicos. Pero este tipo de medidas sólo son necesarias en algunos casos y muchos especialistas no las aconsejan. De hecho, se ha comprobado que muchos de los casos de pies planos flexibles evolucionan espontáneamente, de forma que a los 5 ó 6 años de edad, este problema ha desaparecido. Por ello, los especialistas dan más importancia a la funcionalidad (que el pie pueda moverse con libertad) que a la corrección.

¿Se trata o no el pie plano flexible?
Uno de los mitos más difundidos sobre el pie plano es que todo niño que lo presente debe recibir tratamiento. Creencia generalizada que ha sido muy difícil de erradicar, en parte porque ha sido alimentada por mucho tiempo por generaciones de ortopedistas que así pensaban, ante la ausencia de estudios serios que demostraran lo contrario. Actualmente se acepta que el pie plano flexible, que no genera molestias y al cual se ha descartado mediante un examen físico cuidadoso la existencia de anormalidades importantes, no requiere tratamiento.
Es frecuente escuchar por los medios de comunicación que el niño debe andar descalzo, pero no se especifica donde. En el único sitio que el niño debe caminar desprovisto de calzados es en los terrenos naturales, tierra, arena, césped, etc., es decir en aquellos lugares en donde el pie pueda amoldarse a todas las irregularidades de la superficie que pisa. No conozco terreno natural totalmente liso y duro, a excepción del hielo en donde no imagino a ningún esquimal caminando desprovisto de calzados.

Hoy está perfectamente demostrado que los indígenas no presentan pies planos, pero éllos continúan en la actualidad caminando descalzos en terrenos blandos o duros pero irregulares y no lisos y duros, agregándose que además utilizan sus músculos plantares, ya sea para trepar, tomar objetos pequeños del suelo con sus dedos, lo que los mantienen tonificados, algo que el individuo de ciudad no practica y hace que los mismos se mantengan en una mínima función.

¿Quienes requieren del especialista y estudios radiográficos?
El paciente con pie plano patológico suele presentar dolor, que puede iniciar en la infancia o en la adolescencia, callosidades y una verdadera limitación funcional por la intensidad de sus molestias que es mucho mayor a la que se observa en el pie plano flexible.

¿Cómo se diagnostica el pie plano?
Aparte de la obvia observación del niño con un arco longitudinal pobre o en apariencia ausente, el médico valorará, para definir adecuadamente la gravedad del problema, la flexibilidad del pie, su movilidad y si el caso lo requiere podrán realizarse radiografías o inclusive estudios de mayor complejidad.
Bastara colocar al niño sin zapatos en un instrumento llamado Podoscopio y ver si forma el arco o no, luego pisar solo sobre sus dedos para ver nuevamente la presencia de arco al contraer musculosa y tendones.

Las plantillas no tendrían utilidad
No hay trabajos científicos que demuestren que el uso de plantilla mejore el pie plano flexible
Hasta el momento no se ha comprobado que las modificaciones al calzado empleadas para corregir el pie plano logren cambiar la conformación del pie, ni la aparición del arco. Por el contrario el seguimiento de muchos pacientes que durante años fueron manejados con botas, plantillas o zapatos ortopédicos no arrojó diferencias al compararlos con niños que no habían recibido tratamiento alguno. Por lo tanto, el objetivo que persigue la utilización de estos realces es mejorar los síntomas cuando se presenten y en ocasiones se obtiene como ganancia secundaria una prolongación en la vida útil del calzado.

El pie plano rígido requiere de medidas especiales
El pie plano patológico, puede requerir además la realización de procedimientos quirúrgicos para mejorar el dolor o las deformidades presentes. Estas cirugías están indicadas muy rara vez en el pie plano flexible.
La fisioterapia es una herramienta que puede igualmente mejorar algunas de las alteraciones presentes en estos niños.
En niños con pie plano rígido, desde su diagnóstico se valorará la necesidad e indicación de las opciones terapéuticas, que pueden ser muy variadas y dependerán de la edad del paciente, la rigidez del pie, condiciones asociadas y severidad de los síntomas.

Fuente : Dr Rebollo Dario, Ortopedia y Traumatologia Infantil www.pediatraldia.cl