19 mayo 2008

MENINGITIS: respuestas a las 10 dudas más frecuentes en los padres

Qué es la meningitis?


Es una inflamación de las meninges, las membranas que protegen al cerebro y al sistema nervioso central. Esta es provocada generalmente por un proceso infeccioso. En algunos casos puede causar la muerte o dejar secuelas severas.


¿Cuáles son sus causas?


Sus causas más frecuentes son las infecciones virales y bacterianas. Si bien suele decirse que la meningitis viral es menos riesgosa que la bacteriana, ambas constituyen una enfermedad grave.


¿Cómo se origina?


Puede originarse en la colonización de bacterias que muchos de nosotros tenemos en la nariz y la garganta. Pero también en alguna infección procedente de otra parte del cuerpo. En cualquier caso, una vez que los agentes causales llegan, a través de la circulación sanguínea, al líquido cefalorraquídeo, el cuerpo ya no tiene defensas para evitar que la enfermedad se extienda por el sistema nervioso central.


¿A quiénes afecta mayormente?


En un 70 % de los casos aparece durante los primeros cinco años de vida, y los menores de un año son los más vulnerables. Pero también se observa a menudo en jóvenes de entre 17 y 25 años que viven en ambientes cerrados, en adultos mayores de 60 años y en personas inmunodeprimidas a causa de otras enfermedades, entre ellas el VIH.


¿De qué maneras se contrae?


Las formas en que se contrae varían según sus agentes causales. Cuando se trata de bacterias, éstas ingresan al organismo por vía respiratoria a través de las gotas de saliva propagadas por estornudos, tos, risas y hasta al hablar. La persona que las trasmite puede no estar necesariamente enferma de meningitis.Cuando se trata de virus, el contagio se da por contacto con material fecal, ya sea a través de agua y alimentos contaminados, o bien al llevarse las manos sucias a la boca.


¿Cuáles son sus síntomas?


Cuando afecta a bebés, es común que lloren en un tono muy agudo, tengan dificultades para despertarse, se muestren aletargados, reaccionen con irritabilidad al estar en brazos, arqueen la espalda y retraigan el cuello, tengan la mirada perdida, registren fiebre alta, mantengan las manos y los pies fríos, se nieguen a comer, vomiten con frecuencia y presenten la piel pálida o con manchas.







En los niños mayores y los adultos suelen presentarse dolor de cabeza, fiebre, escalofríos, vómitos, rigidez en el cuello, irritabilidad, somnolencia e intolerancia a la luz. También pueden aparecer, aunque con menos frecuencia, sensación de confusión y convulsiones.





¿En qué consiste el tratamiento?


Los casos de meningitis bacteriana se tratan con antibióticos por vía intravenosa. Para la meningitis viral no existen drogas efectivas, salvo en un caso muy específico. El tratamiento que se aplica es entonces sintomático y de sostén. Se procura bajar la fiebre, controlar el dolor de cabeza y mantener al paciente hidratado mientras la enfermedad cumple su ciclo.


¿Cuáles pueden ser sus complicaciones?


La meningitis (en especial su forma bacteriana) puede dar lugar a una variedad de complicaciones. Algunos de esos efectos son permanentes e invalidantes; otros resultan menos obvios.Los niños pequeños suelen tener complicaciones de menor importancia: rabietas, pérdida de habilidades recientemente adquiridas e insomnio.Los niños mayores y los adultos pueden sufrir letargo, dolores de cabeza recurrentes, dificultades para concentrarse, pérdida de memoria a corto plazo, aturdimiento, problemas de equilibrio, depresión, estallidos de agresividad, problemas de aprendizaje e hipoacusia temporal o permanente.Entre las complicaciones más severas se encuentran el daño cerebral, la epilepsia y los problemas de visión.


¿Qué protección ofrecen las vacunas?


No hay vacunas para la meningitis; lo que hay son vacunas para algunos de sus agentes causales. Estas tienen en su mayoría una alta efectividad pero sólo sirven para prevenir casos específicos. De ahí que ningún chico, incluso vacunado, está exento de contraer la enfermedad.Entre esas vacunas que protegen contra algunas formas de meningitis se encuentran la BCG, fundamental en los recién nacidos, y la cuádruple, cuya primer dosis está indicada a los 2 meses de edad y requiere tres refuerzos a los 4, 6 y 18 meses. Ambas son obligatorias y se aplican sin cargo en hospitales públicos, centros de vacunación y salas sanitarias.
Existen además otras dos vacunas no obligatorias: la antimeningocócica y la antineumocócica. Las obras sociales no suelen cubrirlas y su precio ronda los 90 pesos. Ambas requieren la indicación del pediatra.


¿Qué puede hacerse pare reducir el riesgo de contagio?


Además de la vacunación correspondiente, las autoridades sanitarias sugieren extremar en esta época del año las medidas de higiene, evitar el hacinamiento y fomentar la ventilación de ambientes con gran concentración de personas.Es fundamental controlar que los chicos no compartan vasos, pajitas, chupetines, galletitas, comida e incluso juguetes y otros elementos que al llevárselos a la boca aumentan las posibilidades de contagio.


Fuente: Hospital de Niños Sor María Ludovica. Servicio Infectologia. La Plata
www.zonapediatrica.com