11 diciembre 2010

Cuando llega el verano...como cuidar a tu bebé


En el verano, los bebés están más expuestos al sol y por ende al calor, con el consiguiente aumento de la sudoración.
Es conveniente tener en cuenta que solo son necesarios de 5 a 10 minutos de exposición diaria al sol para
sintetizar la vitamina D necesaria para el crecimiento y la prevención del raquitismo.

En bebés de menos de seis meses no se recomienda la exposición directa al sol, ya que el niño podría sufrir eventuales quemaduras y golpes de calor.

A partir de los seis meses de vida se deberán usar filtros solares Nº 15 (o superior) que contienen Parasol o Dióxido de Titanio. El filtro debe distribuirse en todo el cuerpo del bebé, incluidas cara y orejas, media hora antes de exponerlo al sol. Se deberá reponer cada dos horas o cada vez que el niño se moje, tanto en pileta, río o mar.

Los horarios aconsejables para la exposición al sol son antes de las 11.00 y después de las 15.30.

Es decir, hay que evitar la exposición directa en horas del mediodía, ya que la radiación es sumamente alta debido a que la inclinación del sol en esos momentos es prácticamente vertical.
Recuerde que no es conveniente para el bebé pasar todo el día en la playa o junto a un río, a pesar de contar con carpa o sombrilla. Usted debe elegir el horario más conveniente para su bebé. Se debe tener en cuenta que, según mediciones efectuadas últimamente, entre los meses de septiembre y marzo, nuestro país está sometido a niveles de radiación ultravioleta de niveles de intensidad similar a la que se puede registrar en el Sáhara, en Africa.
No obstante lo mencionado, se deberá tener mucho cuidado en los días nublados, ya que los rayos ultravioletas, invisibles al ojo humano, de todas maneras penetran las nubes, y pueden provocar igualmente serias quemaduras de piel. Otro dato a tener muy en cuenta es que el efecto del sol en la piel es acumulativo.

¿Como elegir el lugar al cual llevaremos a nuestro bebé?

Podrá ser la montaña, el campo o el mar, de acuerdo a la preferencia de cada familia. Si el núcleo familiar está cómodo, el bebé se adaptará a cualquier lugar, siempre que se tomen en cuenta las recomendaciones expresadas anteriormente.

¿Cómo evitar el golpe de calor?

Es fundamental asegurarse una buena hidratación. Si el bebé se alimenta a pecho no es necesario darle líquido de más. En ese caso será muy importante que la mamá ingiera frutas, verduras y carnes, y beba al menos dos litros diarios de líquidos. Si el bebé se alimenta con otras leches de fórmulas, será conveniente incorporar otros líquidos claros y abundantes frutas frescas.
Asimismo, el uso de ropas adecuadas, como gorro y remeras de algodón de manga corta es considerado de gran utilidad para la prevención del golpe de calor.
Fundamentalmente, no olvide: Ante cualquier duda consulte a su médico

Fuente: Comité de Dermatología Pediátrica S.A.P



MOSQUITOS
Con respecto a los mosquitos debemos tener cuidado porque las picaduras de mosquitos pueden causar desde una simple roncha hasta una importante reacción alérgica. Hay que tener en cuenta que es conveniente poner mosquiteros en las ventanas o tules sobre las cunas de nuestros bebés. Además, se pueden usar los productos que se enchufan a la pared para ahuyentar a los mosquitos. Además se pueden usar sin ningún problema repelentes a base de citronela (planta) que son atóxicos para los chicos, aplicándolos directamente sobre la piel. No prender espirales en los lugares donde están nuestros hijos porque pueden provocarles problemas respiratorios si los inhalan y si los tocan se pueden quemar o si los ingieren se pueden intoxicar.

1 comentario:

auxiliar pediatria dijo...

Muy buen aporte. La salud de los recién nacidos es una prioridad del Sistema Sanitario y por tanto esta especialidad está muy bien valorada y cuenta con mucho futuro dentro de la Sanidad.