06 diciembre 2006

Todo sobre el chupete

El siguiente es un artículo publicado en los anales españoles de pediatría, y distribuído en Argentina por la Sociedad Argentina de Pediatría.
Esta publicación estaba destinada originalmente a médicos, pero ha sido modificada para la fácil interpretación y discusión de los padres.

Uso del chupete: beneficios y riesgos
L. MARTÍNEZ SÁNCHEZ, E.P. DÍAZ GONZÁLEZ, S. GARCÍA, T. FLORENSA, J. GASPÁMARTÍ
(Unidad Integrada de Pediatría, Hospital Sant Joan de Déu-Hospital Clinic.Universidad de Barcelona, España)

CONTENIDOS
1. INTRODUCCIÓN
2. BENEFICIOS DEL USO DEL CHUPETE
¿Pulgar o chupete?
Prevención del síndrome de muerte súbita del lactante
3.RIESGOS DEL USO DE CHUPETE
Malformaciones dentarias
Otitis media aguda
Relación con el cociente intelectual
Duración breve de lactancia materna
Reflujo gastroesofágico
Síndrome del biberón o del chupete
Accidentes infantiles
Infecciones micóticas (hongos) resistentes.
Contaminación química
Hipersensibilidad al látex
Alteraciones del sueño
4. CONCLUSIÓN
5. EL CHUPETE SEGURO


El uso del chupete u otro tipo de succión no nutritiva ha acompañado los primeros meses del desarrollo del bebé desde tiempos inmemoriales.

En la actualidad, su uso suscita controversias que lo ubican desde factor protector frente a la muerte súbita del lactante, a factor negativo como favorecedor de otitis media o de la mala oclusión dentaria o el destete precoz.
En esta revisión se analizan los aspectos positivos y los riesgos potenciales del uso del chupete.

INTRODUCCIÓN
El chupete es uno de los componentes que no suele faltar en la “canastilla” o equipaje del recién nacido y, por lo general, se estrena ya en las primeras horas o días de vida.

La succión no nutritiva de dedos, chupete y otros objetos no relacionados con la ingesta de nutrientes se considera una actividad normal en el desarrollo fetal y neonatal.
Se inicia en el útero y persiste hasta los 12 meses de edad, siendo la necesidad de succionar más intensa durante los primeros meses de vida.
Este reflejo primario de succión permite al recién nacido alimentarse y sobrevivir y además lo calma y lo conforta. El uso del chupete como objeto reconfortante
en la primera infancia constituye una práctica ampliamente extendida.

Seguidamente se exponen algunos beneficios y riesgos en este hábito, que forma parte de la vida cotidiana del niño.

BENEFICIOS DEL USO DEL CHUPETE
Efecto tranquilizante del chupete: En los primeros días de vida, se aconseja amamantar al recién nacido a la autodemanda para aportarle la cantidad de alimento correcta. El pequeño tiene además la necesidad de repetir con frecuencia la succión del pezón materno o bien sustituirlo por su propio pulgar o por un chupete; éste no debería ofrecérsele hasta que la lactancia materna estuviera bien establecida, en 2 ó 3 semanas, para así no interferir con ella. Tras las primeras semanas, el lactante puede utilizar como reconfortante el mismo pezón materno, ya que la succión con este fin es mucho menos intensa y aporta poca leche y aire extras.
Durante la lactancia materna el chupete también desempeña su papel, pues la madre no puede ofrecer el pecho en todos los momentos en que el niño desee succionar. Es un recurso de gran ayuda en niños con cólicos y muy irritables,en embarazos múltiples o en purperios complicados.
Los niños alimentados con leche maternizada no deben usar el biberón para saciar su deseo; la tetina no puede regular la cantidad de leche ingerida y elniño podría sobrealimentarse. En estos casos podría recurrirse al chupete como tranquilizante.

¿Pulgar o chupete?
Un método alternativo al chupete es la succión del propio pulgar. Sobre las ventajas e inconvenientes de uno sobre el otro se ha discutido ampliamente.
Si bien en un principio se consideró que la succión del pulgar se asociaba a mayor número de deformidades dentarias, en la actualidad algunos odontólogos pediátricos opinan que éstas se observan con igual frecuencia en niños que usan el chupete, incluso modelos ortodóncicos. El pulgar, a diferencia del chupete, no se pierde durante la noche ni se cae continuamente al suelo convirtiéndose en objeto contaminado. Por último la succión del pulgar es regulada por el niño, quien decide cuándo desea succionar y aprende a tranquilizarse él solo.
Este hecho, que se ha apuntado como gran ventaja, se convierte en inconveniente para abandonar los hábitos de succión no nutritiva pues no permite una intervención directa de los padres.

Prevención del síndrome de muerte súbita del lactante
Numerosos estudios han relacionado el uso del chupete con una menor incidencia del síndrome de muerte súbita del lactante. En los casos estudiados, el uso del chupete, en el momento del fallecimiento por este síndrome, resulta significativamente menor que en los casos control; el uso del chupete seguiría siendo un hábito protector.
Estudios posteriores apoyan esta conclusión y apuntan como posible mecanismo el del impedimento de que la lengua caiga hacía atrás obstruyendo las vías respiratorias. Por otra parte, la succión del chupete favorece el control de la respiración disminuyendo los períodos de apnea a la vez que, por razones de comodidad, los niños que usan el chupete no duermen en decúbito prono (boca abajo), posición que aumenta el riesgo del síndrome de muerte súbita.

RIESGOS DEL USO DE CHUPETE

Malformaciones dentarias: maloclusión
Los hábitos de succión no nutritiva se han relacionado con las maloclusiones dentarias: mordida abierta interior y mordida cruzada posterior.
La primera es la maloclusión más frecuente y tiende a mejorar al abandonar el chupete. La segunda es una maloclusión más grave y permanente, que puede repercutir en el crecimiento craneofacial.
Se ha relacionado de manera muy significativa el uso del chupete y la mordida cruzada posterior, sobre todo cuando el hábito se prolonga más allá de los 36 meses. Se considera que tal relación se debe a que la posición bucal del chupete conlleva un desplazamiento de la lengua sobre la mandíbula y una elongación de músculos que provocan un aumento de la distancia transversal mandibular y a una disminución
de la distancia transversal maxilar (La boca se ensancha de abajo y achica de arriba)
Los niños succionadores, además sufren una alteración de la flora bacteriana y una hipertrofia del sistema linfático (amígdalas y adenoides) por lo que suelen presentar una respiración bucal, lo cual también influye en el desarrollo de las maloclusiones (mal cierre de la boca)

Otitis media aguda
La bibliografía revisada demuestra que la utilización del chupete constituye un factor de riesgo de otitis media aguda, en particular de episodios recidivantes (es decir, más de tres). El uso del chupete hace que el niño con una infección de vías respiratorias altas sea más susceptible a la otitis media aguda, porque le modifica la colonización oral y nasofaríngea y aumenta el transporte de los agentes patógenos al oído (la succión, con las fosas nasales bloqueadas, puede aumentar el reflujo de las secreciones orofaríngeas al interior de la cavidad del oído medio).
Además, la succión frecuente del chupete puede ser perjudicial para el buen funcionamiento de la Trompa de Eustaquio (conducto que comunica la “garganta”con el oído medio)

Relación con el cociente intelectual
Es difícil realizar un estudio fiable para demostrar una posible correlación entre el uso del chupete en la infancia y el posterior cociente intelectual (CI) del adulto.
En algunos estudios, aunque se admite que este hábito es claramente más frecuente en niños de clases sociales bajas, con numerosos hermanos o con madres muy jóvenes, se demuestra que el uso del chupete es un fuerte predictordel CI. El efecto relajante del chupete, que provocará una disminución del interés del pequeño por su entorno y
de los estímulos por parte de los padres, en comparación con un bebé irritable que reclama su atención podría explicar un CI inferior en los niños que
han abusado del chupete.
Se considera también que el chupete podría ser un factor de confusión en la relación lactancia artificial-CI bajo dado que su uso hace más difícil el éxito de la lactancia materna. Tales afirmaciones no se han aceptado ampliamente.
Por el contrario, varios autores consideran que la relación entre chupete y el CI no es significativa y que debería comprobarse en estudios más amplios y prospectivos.

Duración breve de lactancia materna
El uso del chupete se relaciona con una duración más breve de la lactancia materna. El recién nacido que usa chupete presenta una“confusión de pezón”, ya que la succión del chupete requiere un patrón de succión distinto que puede interferir en la adquisición de la técnica oral necesaria para la lactancia materna.
El chupete puede interferir también en la producción de leche materna y, en consecuencia, en el crecimiento del lactante.
El niño que satisface parte de sus necesidades de succión con métodos no nutritivos estimula durante menos tiempo el pezón materno, el número de tomas es menor y también la producción de prolactina. Se reduce el tiempo que dura cada toma
de modo que el niño no ingiere la leche final, rica en grasas y calorías. La leche obtenida, por lo tanto, pierde tanto en cantidad como en calidad dejando al niño más hambriento e irritable y esto induce a los padres a introducir la lactancia artificial.
Se ha investigado si la relación chupete-lactancia materna breve es siempre causal o si, por el contrario, las dificultades para la alimentación y las características de la conducta de la madre pueden llevar, en ocasiones, al uso del chupete acortándose
así la lactancia materna.
Se ha llegado a la conclusión de que la interrupción de la lactancia materna puede inducir al inicio del uso del chupete para completar las necesidades de succión
del niño. También se ha comprobado que las madres que estimulan de forma activa el uso del chupete presentan una serie de rasgos conductuales y socioculturales peculiares como un estilo rígido de lactancia, intensas expectativas en cuanto al crecimiento y desarrollo del niño o reacciones de ansiedad frente al llanto, que se asocian a un tiempo de lactancia más breve.
En consecuencia, el chupete parece contribuir a un destete más precoz en un grupo de mujeres que se encuentran incómodas con la lactancia materna, aunque no influya sobre la duración de ésta en las madres con autoconfianza. Elchupete podría considerarse un factor contribuyente más que a una causa suficiente para que finalice precozmente la lactancia.

Reflujo gastroesofágico
Hipotéticamente los hábitos de succión no nutritiva pueden tanto aumentar como disminuir la frecuencia y/o duración de los episodios de reflujo gastroesofágico (RGE). Esto se debería respectivamente a la relajación del esfínter esofágico inferior y al aceleramiento del aclaramiento del material refluido al esófago.
Los estudios llevados a cabo demuestran que, a corto plazo, el uso del chupete en decúbito prono (boca abajo) aumenta el RGE luego de la comida debido al descenso
del tono del esfínter esofágico.
Se recomienda por lo tanto que los niños afectados de RGE patológico eviten el chupete. Al estar boca abajo y que se considere el posible beneficio del uso de éstecuando la succión sea necesaria.

Síndrome del biberón o del chupete (caries)
Se ha llamado síndrome del biberón o del chupete a la presencia de policaries en la dentinción provisional debida a la utilización prolongada del biberón o chupete lleno o impregnado, respectivamente, de productos azucarados. La distribución topográfica de las lesiones es característica, de modo que los incisivos maxilares superiores son los primeros en afectarse,seguidos de los molares maxilares. La lesión más tardía de las piezas inferiores se explica por la posición protectora de la lengua durante la succión recubriendo el bloque incisivo- canino mandibular. La secreción continua de las glándulas salivales inferiores contribuye a mantener un pH local superior que protege de la desmineralización del esmalte.
Como consecuencia de este síndrome pueden aparecer infecciones locales y generales, malformaciones dentarias, trastornos de la alimentación con la consecuente afección del desarrollo pondoestatural y fragilidad de las piezas dentarias permanentes, con mayor riesgo de caries. De todo lo expuesto, se desprende la importancia de una correcta prevención, concientizando a los padres de la necesidad de instaurar la higiene dentaria desde la aparición delos primeros dientes y de evitar los malos hábitos alimentarios y de succión.

Accidentes infantiles
El borde relativamente cortante del escudo rígido de un chupete puede ocasionar laceraciones faciales nasales, tras producirse una caída con impactación de éste. De forma característica estas lesiones presentan una morfología que coincide con
la silueta del chupete.
La costumbre de colgar el chupete mediante una cuerda alrededor del cuello del niño, para evitar que caiga al suelo y se ensucie o se pierda, puede provocar de forma accidental la estrangulación del pequeño.
La aspiración de una parte del chupete, con la consiguiente obstrucción de las vías respiratorias, asfixia y muerte del niño, es otro posible accidente relacionado con
este hábito de succión.
El riesgo es mayor cuando se usan chupetes de varias piezas, como los fabricados
en casa con una tetina unida al tapón de plástico de un biberón.

Infecciones micóticas (hongos) resistentes.
En algunos casos de candidiasis oral resistente al tratamiento antimicótico habitual,
el análisis del chupete ha revelado la presencia de colonias de Cándida albicans.
La retirada del objeto contaminado es indispensable y suficiente para la resolución de la infección oral sin la necesidad de nuevos tratamientos.
Algunos estudios han demostrado que el uso del chupete aumenta la aparición de colonización oral por Lactobacillus y Cándida, lo cual puede influir sobre la producción de caries.

Contaminación química
Se ha detectado la presencia de nitrosaminas y sus precursores en algunas tetinas de goma. A pesar del potencial efecto carcinógeno de tales sustancias,se desconoce el significado a largo plazo de este hecho.

Hipersensibilidad al látex
En los últimos 10 años se ha asistido a un incremento de la incidencia de hipersensibilidad al látex. Es un tema de gran interés pediátrico por la
gran difusión de productos derivados del látex de goma natural tanto en el medio doméstico (guantes, preservativos, globos, chupetes, tetinas, etc.) como en el hospitalario, y por la existencia de grupos de riesgo, constituidos por personas sometidas a exposiciones repetidas al látex; en pediatría, pacientes que con su enfermedad precisan numerosos procedimientos médico-quirúrgicos, como los niños con espina bífida. Otro punto de interés es la gravedad de algunas de las manifestaciones clínicas, que pueden variar de eccema a crisis asmática o anafilaxia.
Se han descripto algunos casos de lactantes que utilizaban chupete y/o tetinas de látex con eccema atópico grave y rebelde a la eliminación de alergenos, y la retirada del chupete condujo a la resolución de las lesiones. Es posible que la sensibilización al látex mediante el uso del chupete se produzca desde la primera infancia y, por lo tanto, ésta sería un proceso que debería tenerse en cuenta ante la aparición de eccema, urticaria o anafilaxia en el lactante.
En estudios posteriores la asociación entre el uso de chupetes y la hipersensibilidad al látex no ha podido confirmarse.

Alteraciones del sueño
Se ha comprobado que los niños que succionan el pulgar o usan un objeto confortante se despiertan menos durante la noche. Sin embargo, el uso del chupete no tiene un efecto paralelo: las pérdidas frecuentes del chupete durante la noche crean irritabilidad en el pequeño y alteran su descanso nocturno.
También se ha detectado, en algunos estudios, una mayor incidencia de uso de chupete
en los niños que roncan, apuntándose una posible relación con los trastornos respiratorios durante el sueño.

Conclusión
No existen pruebas suficientes para potenciar o rechazar el uso del chupete.
Sin embargo, sí debe hacerse hincapié en la importancia de no iniciar su empleo antes de los 15 días de vida, de restringirlo a partir de los 8 meses y suprimirlo al año. Del mismo modo, hay que insistir en que sólo se utilicen los chupetes que cumplan las normas de seguridad que exponen luego (véase: el chupete seguro), y en que se cuide de manera rigurosa su higiene para evitar posibles infecciones bucodentarias.
Por último, debe recordarse que si bien el chupete es un recurso para tranquilizar al niño, nunca debe ser el único.
«El chupete no se debería ofrecer hasta las 2 ó 3 semanas de vida, para no interferir con el establecimiento de la lactancia materna».

EL CHUPETE SEGURO
_ Chupete de una sola pieza.
_ Escudo con unas dimensiones mínimas de 43 x 43 mm.
_ Escudo rígido o semirrígido, con la flexibilidad suficiente para evitar los traumatismos, pero sin aumentar el riesgo de aspiración.
_ Escudo con orificios antiahongo.
_ Chupete con anilla para agarrarlo fácilmente en caso de atragantamiento.
_ Cadena con broche de seguridad para fijar el chupete a la ropa.
_ Limpiar el chupete cada vez que el niño termine de utilizarlo o si se cae al suelo.
_ No introducir el chupete en azúcar o miel.
_ Cambiar el chupete cuando se deteriore.

An Esp Pediatr 2000; 53:580-585

MRM, septiembre de 2006.

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